A ésta edad se erige el centro de su personalidad: su "yo", pues toma conciencia de sí a tal punto que si las cosas no tienen relación con su " yo" las desconoce. Esto se llama EGOCENTRISMO. Refiere todo a él, pero no es consciente de esto (sino sería egoísmo). El niño ve las cosas desde un solo punto de vista, el propio, y no puede todavía ponerse en el lugar del otro. No hay sentido de propiedad, todo depende de su deseo.
Paradójicamente a su egocentrismo, comienza la edad de la socialización, el ingreso al Jardín será un paso muy importante en éste aspecto, pues estará en contacto con otros niños de la misma edad evolutiva, que le irán marcando la realidad externa a él. Aceptará sugerencias, aprenderá hábitos de higiene, de orden y sociales.
Es importante señalar el sentido de apropiación que los chicos presentan a ésta edad, se encariñan con un objeto, lo adaptan a su "yo", si bien pueden prestar algún juguete al hacerlo quieren que el otro lo utilice como él lo usa; lo mismo ocurre con los cuentos, piden una y otra vez el mismo y contado de la misma manera cada vez.
Es el momento del control de esfínteres diurno, y luego nocturno.
Manifiesta placer por las actividades con arena, agua, masa, plastilina, dibujar, cantar etc. Sus dibujos son garabatos al principio indiferenciados, para ser más controlados y convertirse en pequeños círculos y alguna líneas que pueden o no relacionarse entre sí. Por lo general le da nombre a sus dibujos.
Su lenguaje puede ser de "media lengua", pero generalmente sabe expresar sus sentimientos pues comienza a utilizar verbos y a construir frases. Pregunta para que le presten atención.
En el área motriz se maneja con gran seguridad para caminar y correr, comienza a saltar y a trepar
Come solo con la cuchara.
Comienza a vestirse y generalmente le encanta desvestirse (intenta desabotonar y desatar cordones)
Se mantiene el juego paralelo y comienza a tener en cuenta al otro para jugar "con" él.
Consejo a los padres
Los padres deben saber que los tres años de su hijo son el comienzo de un proceso de identificaciones que el niño realizará durante su infancia, pues está formando y afirmando su "yo". En dicho proceso padre y madre son elementos fundamentales pues en ellos su hijo encontrará roles masculinos y femeninos, modelos a imitar, formas de manejarse en sus relaciones sociales. ¿Cómo lo sabemos? Basta con observar el juego de sus hijos, ya sea representando situaciones cotidianas (jugar a la mamá o al papá) o en la expresión de sus sentimientos.
En cuanto a la adquisición de los hábitos los padres pueden ayudar a que el niño adquiera cada día más autonomía. Dejándolo comer solo con cuchara y tenedor, aunque no lo haga bien, y demore más. Permitiéndole elegir u opinar cuando se viste o desviste, le dan la posibilidad de desarrollar iniciativas, esto no significa dejarlo hacer siempre lo que quiere (incentivarlo a que se abroche y desabroche botones fáciles). Teniendo mucha paciencia con el retiro de los pañales: solo cuando su hijo controle bien de día, y amanezca seco por lo menos tres noches seguidas, sacarle los pañales nocturnos también. Hablen mucho con el pediatra acerca del control de esfínteres de su hijo, no se olviden que él los acompaña en su crianza, (no todos los chicos son iguales ni tienen el mismo tiempo de madurez) nadie mejor que él para guiarlos.
Como su lenguaje a ésta edad le permite entender y realizar preguntas, estimularlo a que cuente sus experiencias, verbalizar lo que el niño va sintiendo (rabia, celos, miedo, alegría, etc.) sin ridiculizarlo, castigarlo, o disminuirlo por sus expresiones. Esto le permitirá ser más espontáneo, auténtico, y seguro. Cuenten cuentos siempre acompañados de imágenes, canten con ellos.
Jueguen con pelotas, pueden presentarle el triciclo para andar.
La mayoría de los chicos de ésta edad ya asisten al Jardín y es necesario buscar un equilibrio entre las actividades que realiza allí y en su casa. Si los padres lo estimulan con actividades didácticas en exceso, no le permiten tener momentos para descansar.
Por último quisiera recomendarles que sean equilibrados en la puesta de límites, si lo dejan hacer cualquier cosa en su casa le va a costar muchísimo adaptarse a la escuela, a sus pares, perjudicando así el proceso de socialización tan importante en ésta etapa evolutiva.