A tal fin la Academia Americana de Pediatría (USA) comunica los siguientes hallazgos en los niños fumadores pasivos:
1- Existen fuertes evidencias que aumenta considerablemente la frecuencia de enfermedades de la vía respiratorias bajas como bronquitis y neumonía.
2- Aumenta el riesgo de padecer infecciones severas.
3- Aumenta la incidencia de patología en el oído medio fundamentalmente la presencia de contenido mucoso en el mismo, conocido habitualmente como otitis secretoria, serosa o con efusión.
4- En los niños que padecen asma y cuyos padres fuman se ha demostrado que aumenta la frecuencia e intensidad de las crisis.
5- Aumenta la frecuencia del Síndrome de Muerte Súbita Infantil.
6- Se ha demostrado que los adolescentes que son fumadores pasivos tienen colesterol total aumentado y alteraciones en las fracciones del mismo.
7- Existen algunos indicios que podrían relacionar algunos tipos de cáncer en el adulto con una historia en la niñez de fumador pasivo.
Existe evidencia lo suficientemente firme para asociar algunas patologías de la infancia con él habito de fumar dentro del ambiente donde se desarrolla la actividad de los niños.
Es por tal motivo que el consejo es no fumar en el hogar sino también en todos aquellos otros lugares en donde los niños realizan sus actividades.
La conclusión final es que lo bueno para nuestra salud y la de nuestros hijos directamente es no fumar en ningún lado.
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