LAS PERDIDAS
La pérdida de sangre (loquios), es normal hasta 60 días después del parto. Son variables a lo largo del día y un poco mayor en el momento de amamantar, en cuyo caso se acompaña de dolores en el bajo vientre (entuertos). Puede acompañarse de coágulos, pero debe notarse, con el correr de los días un progresiva disminución en su cantidad. Es común, por la mañana al levantarse eliminar algún coágulo de mayor tamaño, que se formó durante la noche.
Mientras haya loquios no deben tenerse relaciones sexuales, ni hacerse baños de inmersión, ni usar tampones para las pérdidas.
La pérdida no debe tener feo olor. En ése caso debe ponerse en contacto su obstetra o quien lo reemplaze en ese momento.
HIGIENE
Cuando vaya al baño debe higienizarse con una solución diluida de Pervinox, DG6, o Espadol, en agua, todo hecho en una jarra limpia. Debe dejar correr el agua de adelante hacia atrás y arriba abajo de tal forma que arrastre la suciedad hacia el ano. Nunca al revés. Para secarse, puede usar un apósito de maternidad apoyándolo, sin frotar, siempre de adelante hacia atrás, y desechándolo una vez apoyado sobre el ano. Puede completarse el secado con aire tibio sobre los puntos.
Para las pérdidas existen apósitos externos de maternidad que puede conseguir en una buena farmacia. Los baños de ducha pueden realizarse, pero si son prolongados es común la sensasión de mareo, por lo cual, los primeros días es mejor poder contar con la cercanía de un familiar al tomarlos.
El reposo excesivo durante el puerperio es contraproducente. Si por cualquier motivo debiera cumplirlo, debe hacer ejercicios con sus piernas. Estos pueden ser moverlas como si anduviera en bicicleta, varias veces al día. Debe avisar si una pierna duele en particular, se hincha o cambia de color.
Nunca coloque una almohada debajo del colchón. Si debe levantar los miembros inferiores. coloque un suplemento debajo de las patas de la cama.
LACTANCIA
Durante el puerperio y mientras dure la lactancia, no deben hacerse regímenes para adelgazar. La dieta debe continuar siendo equilibrada como en el embarazo. Los condimentos pueden darle feo sabor a la leche si son muy fuertes, pero no están contraindicados.
Se deben tomar abundantes líquidos, preferentemente agua mineral.
Tanto tiempo le de el pecho a su hijo debe continuar tomando el comprimido masticable de calcio. Es la mejor prevención para la osteoporosis pero no está publicitada.
Los pezones deben permanecer aireados el mayor tiempo posible. Si puede exponerlos al sol durante 10 minutos 2 veces por día, mejor. Una remera a la que se hacen aberturas del tamaño apropiado suele ser de ayuda para no dejar al descubierto el torso íntegro.
Antes de dar el pecho lave los pezones con agua. También es muy bueno que tomen sol (pocos minutos en las horas de la mañana), y ponerles su propia leche o calostro para lubricarlos. Le recomendamos que luego de cada mamada utilice crema de caléndula (no perfumada) la cual es atóxica por lo tanto no es necesario retirarla para la próxima mamada y le ayudara a tener más hidratados los pezones, previniendo grietas.
La "Bajada de la Leche" ocurre entre el segundo y quinto día después del parto. Los pechos se ponen calientes, duros, duelen, acompañándose de dolor de cabeza y calor en la cara. Esto es más marcado antes de que el bebé mame. También puede presentarse, en esos momentos, un poco de temperatura axilar producto de esa congestión.
Es habitual la sensación, sobre todo con el primer parto, de que no va a ser posible darle el pecho a su hijo. No se descorazone y sepa que lo que le pasa es transitorio.
El calor local, con ducha, paños o como le resulte más cómodo, sin ser excesivo, permitirá que la mama se descongestione más rápidamente. El calor puede acompañarse de masajes suaves, desde atrás hacia adelante y debe aplicarse antes de prender el bebé al pecho.
La depresión después del parto es común. Requiere la comprensión de quienes la rodean y es bueno saber de antemano que es transitoria. De cualquier forma, es conveniente consultar sus vivencias, si fueren desagradables.
